Los gerundios. O el gerundio en sí. Si es que me importa a mí.
Los gerundios.
Si es que me importa a mí.
Resulta que el otro día oí que dice un escritor que conozco -y que me conoce- (esto lo digo para que veáis que así de osada soy, que me pongo a criticar a sabiendas de que pudiere me leyeran...*); bueno, que dicen que el escritor anda diciendo que los gerundios son la gran cagada de la escritura contemporánea. Quizá incluso ya asomaban en la moderna. A saber. Yo soy letrada pero no tanto.
A mí los gerundios me parecen fetén para cuando se andan necesitando. Ahora, como vais viendo, estoy haciendo un uso excesivo de ellos para tocar las narices. Ya veis, basta que alguien con nombre y apellidos dicte sentencia para que algunos tarden en reescribir esbozos de novelas enteras cambiando todos sus gerundios por sus más equivalentes conjugaciones.
Ahora me diréis que haber dicho "Ya veis, basta que alguien con nombre y apellidos dicte sentencia que algunos tardan en reescribir esbozos de novelas enteras para cambiar en el tiempo presente y continuado -no confundir con el 'presente contínuo', que ese lleva gerundio- todos sus gerundios por su equivalentes sintácticos." habría sido menos asqueroso...
Que hay otras formas, lo sé, pero que yo he venido aquí a rajar.
Diole la vida a la santa Madre, Teresa de Jesús, haber quedado ya amiga de buenos libros. (Vida 3,7)**
Y con eso que le bastó para ser referente no solo de la iglesia católica sino de la literatura española, y si llegaron conventos hasta Japón, será que de la universal también. **¡Y qué gran frase, no lleva gerundio!
Vengo a decir, amigos escritores, que no dudo sean incluso más amigos de tan buenos libros, hagan el favor de escribir, y que si sobran o faltan gerundios os lo dirá quien os lo leyere si el tema fuere de tan poco provecho como para fijarse en qué tiempos decidieron expresarse sus ilustres escribas.
Con más soberbia que con Jesús,
Maria.
*Cabe decir que sé que este blog no lo lee ni Dios.
Comentarios
Publicar un comentario