SHIRKERS "An afterlife of a film."
SHIRKERS
"An afterlife of a film."
Hace un tiempo vi un documental que me gustó mucho, se trata del recuerdo de una película que se perdió en parte. Y en parte creo que la historia que eso creó puede que sea mejor que la película en sí.
Me gustan mucho los documentales. Sobre todo los de medusas. Este no va de medusas, es una obra de Sandi Tan, una peliculera (a falta de oficio que lo compile todo) de Singapur.
Shirkers empieza diciendo esto:
"When I was 18, long time ago now, I had the idea that you found freedom by building worlds in your head. That you had to go backwards in order to go forwards. That little kids had the answers to everything."
Y a partir de allí se despliega la joya filmatográfica grabada mayormente en Super 8 y narrada por la guionista y protagonista de ambas la historia ficticia y la de verdad.
La ficticia, según entiendo, habla de una asesina de 16 años llamada S. La de verdad va de cómo un asesino de ideas mantiene vivo el espíritu imaginativo de una chica de 16 años. Para siempre.
Una chica enamorada del cine, cuanto más punk mejor, con aspiraciones a la altura de su fascinación por lo genuinamente extravagante, ajeno, nuevo y trash. El mejor combustible para una personalidad escapista.
De algún modo, eso es lo que veo de este documental: una necesidad sobrehumana de salir corriendo. Y, sin embargo, la obra sentencia la paradoja: una cápsula en el tiempo de la que nadie quien tuvo oportunidad de experimentar puede escapar. Su recuerdo nos hace cómplices a todos.
Cómplices de hijosdeputa (así me atrevo a traducir el reiterado "asshole" que define dos de los personajes principales.) en los cuales por bien o por mal, admito que me veo reflejada.
Se presenta un personaje nuevo, un hombre que no es de Singapur, un profesor de cine llamado George Cardona. Un misterio. -Podría hacer mucha más indagación en reddit y los confines de internet, donde todo estará mucho mejor explicado pero creo que el retrato que hace de él el documental basta.- Ese hombre produjo Shirkers, puso las cámaras, las cintas y el dinero. Para llevárselo todo consigo hasta la tumba. Y para entonces, el que solo se comunicaba a través de audios grabados en cintas de cassette, habría borrado todo sonido de 74 cintas de película.
Un hombre del que solo se sabe una cosa tras las dispares descripciones que puedan hacer todos los que lo hubieren conocido. ('Conocer', qué enorme palabra). Lo que se sabe es que mentía. Algo de genialidad debía tener pero estaba embriagado de sí mismo hasta el punto de mojar los zapatos de desconocidas a base de lágrimas inducidas por sus propias historias. "¡Dios bendito, si no sé quién es!". Este hombre enamorado de mil y un personajes ficticios recogía y emulaba a su favor aquello que le interesaba. Y dada la oportunidad lo actuaba a voluntad ante las nuevas personas que eligiera. Un mónstruo de Frankenstein de rasgos psicopáticos pero nacido de una vulnerabilidad humillante. Simplemente se avergonzaba de ser demasiado sencillo así que era mejor aparentar ser de lo más extraño hasta lograrlo.
Sandi es capaz de realizar una autocrítica sincera a través de su obra. Ella acepta el fantasma de este hombre que lo ha sido todo y no ha sido nada. Sigue teniendo en su interior un afán escapista pero echa raíces narrando la verdad. Aunque a veces sea más divertido verse como una auténtica detective que como víctima de su propia ingenuidad.
¿Y quién soy yo? No sé si me identifico más con ese Nosferatu alimentándose de los sueños de los jóvenes o con la joven buscando la inmortalidad a través de sus sueños.
Quien me conozca sabrá que soy esa Selfie Queen de la canción del final. Quien me conozca sabrá que he adoptado y copiado frases y formas de personajes a los que más quisiera parecerme. Dios, que me conoce, sabe que soy un poco de todo eso pero no significa que mi ser no tenga significado alguno.
A ser monja para ser sencilla en un múndo donde ser monja es lo más excéntrico. Capaz es cosa de almas cansadas de tanto correr hacia ningún lado. Quizas este personaje que soy sea capaz de echar raíces y dar fruto en esa entrega radical.
No me dejési publicar más libros ni poner mi cara en más lados. Que lo hagan si lo ven necesario tras me muera. Pero esta paja que me llevo ya es muy larga. Calladme para que hable Dios, por Dios, que no digo nada nuevo.
Hipócrita, como si no estuviera por firmar un contrato para hacer una serie de mi vida...
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